¿Quién no asocia el verde a la marca Kawasaki? Y si te hablamos de la marca “Harley”, ¿verdad que el negro es el primer color que te viene a la mente? Y eso solo son algunos ejemplos que demuestran la incidencia que tiene el color cuando nos planteamos la personalización de motos.
En Fast Design atendemos muchas solicitudes de clientes que desean imitar alguno de estos diseños clásicos. Sin embargo, otros apuestan por una opción más arriesgada y se deciden por un cambio radical de color.
A continuación te contamos los pros y contras de cada color.
Ventajas e inconvenientes de cada color al personalizar una moto
No podríamos empezar por un color que no sea el negro. La moto elegante por naturaleza, que siempre da un toque sofisticado a su conductor. Aunque, como todo, también tiene un pero: de acuerdo con algunos estudios, las motos de este color tienen mayor tendencia a sufrir accidentes debido a que su visibilidad empeora con respecto a otros tonos.
Pero si lo tuyo es lo llamativo, ¿por qué no pruebas con el color rojo? Aunque es atrevido, sigue siendo un clásico que nunca falla. Algunos de los tonos más populares de rojo son el cranberry red o el korosi red, entre otros. Siempre se asocia a la velocidad y por ello es ideal para motos de gran cilindrada.
¿Y qué decir de los tonos amarillos? Hay quien asegura que son más seguras porque facilitan la visibilidad del conductor. Quizás no sea un tono muy común en el caso de las motos de carretera, sin embargo es ideal para motos de cross o eléctricas.
Sabemos que la carta de colores es infinita y que puedes apostar por tu tono o combinación de colores preferidos en la personalización de motos. Así que solo vamos a resaltar un último color, que particularmente encontramos favorecedor: el gris metálico. Adecuado para aquellos conductores más discretos, este color hace que la moto luzca limpia durante más tiempo.
Sea que tengas claro cómo personalizar tu moto o estés abierto a sugerencias, en Fast Design estaremos encantados de ayudarte. Contáctanos.